Estar recluidos entre las paredes de la prisión no impedía a presos de La Victoria aprovecharse de las libertades de las tecnologías de la comunicación para planificar y mantener redes criminales desde la cárcel.
En la intervención militar de la que fue objeto ese hacinado penal, las autoridades lograron desmantelar una amplia estructura tecnológica que incluía un centro de retransmisión de señal de internet para que todos los presos con acceso a un teléfono celular pudieran tener conectividad wifi, según informó la Procuraduría General de la República en un comunicado.